lunes, 9 de julio de 2007

la vida misma

En un día precioso de verano, o quizás era un día no tan precioso, mmm no se no me acuerdo, pero pasó algo, algo que para cualquiera hubiera sido algo más que pasa durante el día, pero para Ramírez no lo fue.

Él estaba andando por las calles de aquella gran ciudad, dicen que la más grande del mundo, Méjico D.F. haciendo lo que cada día hacía recoger con su carro de la compra algo de chatarra y cosas que pudieran dar algo de dinero, Su misma ruta de todos los días, primero por el concesionario Ford, luego también a veces se paraba enfrente de el supermercado giagant quizás podría conseguir algo de comida caducada, siguió su ruta de aquel día en el que no iba del todo bien, pues tan solo había conseguido algo de plomo para llevar al chatarrero, seguía por aquellas calles, llenas de gente de un lado para otro, que ni se paraban en analizar porque un hombre de 37 años, estaba recogiendo chatarra, la mayoría pensarían, que es porque no quiere trabajar, o porque ha elegido ese estilo de vida, pero la verdad es que Ramírez, no había elegido aquello, nacido sin conocer a sus padres, metido en bandas y drogas desde niño si optar a una educación buscándose la vida desde muy pequeño, eso no había sido su elección, sino es lo único que tenía.

Como os iba contando ese día le paso algo, que al principio se convertiría en una pesadilla pero que más adelante lo fue todo, buscando ese día entre la basura y chatarra, decidió meterse por un calle que no estaba en su ruta, pero como no había conseguido gran cosa, se arriesgó, (jajaja, me río porque lo que le pasó cambió tanto su vida, que me alegra), y siguió buscando entre escombros y basura, y encontró varias cosas, un motor de lavadora, unos tubos de cobre y un bebé, si has oído bien, un bebé, y estaba vivo Ramírez lo recogió, sabía lo que era nacer así, que nadie te quiera, ni te tenga aprecio, así que decidió llevarlo al menos a la policía para que no se muriera allí en la basura. Pero antes llevó toda su chatarra a venderla para conseguir unos cuantos pesos para la comida de hoy.

Ramírez llevo al bebé a la policía, después incluso de haber cenado, como ni siquiera había llorado pues ni se molesto, o quizás es que tener un bebé en sus brazos le hacía sentir vida. Bueno presentó un parte con toda la información, y cuando se iba a marchar, le paró el uno de los policías que le habían atendido, y le dijo que ese niño no se podía quedar allí, que los servicios sociales estaban saturados, que se lo tenía que llevar con Él.
Tendrías que haber visto la cara de Ramírez, asustado, no se podía creer aquello, un hombre como él, sin nada, ni un sitio para dormir, sin poder asegurarse una comida al día, con un bebé. Se le vino el mundo encima, y por supuesto se lo tubo que llevar con amenazas de que si lo abandonaba podía ser encarcelado.

Sí, las primeras semanas fueron horrible tanto para él como para el bebé , ¿pero sabéis qué?, esto le dio vida, le dio un sentido a vivir. Primero encontró un sitio donde vivir, sí, una chabola pero era un lugar, después no muchos días después un trabajo de carpintero y ebanista, que resultó que se le daba muy bien, también hizo amigos, conoció a gente que le ayudaron a salir adelante, en la actualidad, tiene un negocio de venta de muebles con varias delegaciones en méjico, vive humildemente en un piso, porque todo el dinero que gana lo da para una casa de acogida que el mismo fundó, y tiene un hija llamada, Catiana, si aquel bebé que le dio una nueva vida, y al que Ramiréz no dejo morir en aquellos escombros.

miércoles, 6 de junio de 2007

Recorriendo la habitación tras aquella luz que inspiraba confianza, tropezó y rodó por el suelo.
Cuando pudo abrir los ojos, después de un tiempo de inconsciencia, no se sabe muy bien cuanto, miró a su alrededor, pero no fué su habitación lo que pudo ver, sino no un sin fin de raros arboles y un cielo de colores que no podría describir, se recostó sobre si misma, Lucy no entendia nada, que era aquello, ¿un mundo nuevo?, o quizas había quedado atrapada en la luz que perseguía, no sabía ni el porque ni el como de esa situación así que se levantó y se dispusó a caminar por aquel sueño estraño lleno de sensaciones nuevas.
No tardo en hacerse a ese lugar, no había gente, pero no se sentia sola, tampoco había comida ni agua, pero es que ni siquiera se acordaba lo que era comer o beber. No tardó mucho en que su aspecto cambiará, ya no era un niña como nosotros las conocemos, sino algo asi con más color, tanto que casi parecía que resplandecía. Pronta fue su adapatación aquello, que ni ella misma sabía que había sido de su vida anterior, y empezó a descubrir que no estaba sola, sino que seres como ella estaban por todo aquel mundo, todos sin hacer nada, tan solo existían.
Pero llegó un día en el que el mundo empezó a no existir, y aquellos serés como luces incluida lucy, desaparecerían como el mundo, entonces ella empezó a recodar quien había sido antes, pero no solo ella sino todos empezarón a despertar de lo que había sido un sueño, un montón de niños y niñas, asi que ese mundo que se desvanecia se convertia en otro mucho más bonito, donde si recordaban todo lo que habían sido y donde podían ser ellos mismos pero mejores, era como volver a nacer y entender lo nuevo y magico que les había sucedido.
Aquí es cuando comenzarón sus aventuras, donde conocerían al señor de todo lo que existe, y donde vivirían algo asi como una eternidad o más.

domingo, 3 de junio de 2007

muy cierto

El hizo acopio de todo lo que tenía a mano, y llenó su mochila, se la colgó a su espalda, y salió por la puerta.
Aún no pensaba en el camino que iba a recorrer, ni siquiera lo sabía, su única intención era dejar volar el tiempo de una manera desordenada, solo pensar en el siguiente paso que daba, sin más complicación ni más intención en este mundo.
Era su día una aventura, no sabía donde dormiría esa noche, es más no sabía si encontraría que comer, ya que su presupuesto para aquel viaje no era grande, unos cuantos billetes pequeños y ya está.
Cada vez era mayor su tristeza, aunque su intención era no pensar en más allá de lo que veían sus ojos, sus pensamientos se embarcaban en situaciones vividas con sus amigos, su familia, su trabajo y todos aquellos momentos buenos que podrían estar perdiéndose en esos momentos.
Ya no sabía ni el porque estaba haciendo aquello, ni siquiera había vivido ninguna aventura merecedora de contar, ni había conseguido encontrarse a si mismo, parecía bastante absurdo, hacía dos semanas que había salido de su casa, y tan solo se encontraba a 45 kilómetros de distancia, ¿no podría dejar todo atrás? parecía ser que no, que su vida era buena, tenía buenos amigos, y una buena familia, hasta se podría decir que un buen trabajo, así que volvió a su casa, cogió el autobús de las 8 de la mañana, y al llegar a su puerta, suspiró y abrió la puerta olvidando lo absurdo de su viaje, entró con ganas de ver a sus hijos y su mujer, y pedir perdón por toda aquella tontería, pero no encontró a nadie en ese momento, seguramente estaría llevándolos al colegio, se dio un ducha se hizo algo de comer, y espero en el sofá pensativo, hasta que volviera su mujer, se quedó dormido en aquel cómodo sofá, y no despertó hasta las 6 de la tarde, pero aún no había nadie, que raro esto, era muy extraño, se dijo a si mismo, y ella no respondía al móvil, era algo bastante extraño, los niños tendrían que haber llegado ya del colegio, esperó algo más pero ese día no vino nadie a casa.
Ese hombre no volvió a ver su familia, al día siguiente sus amigos le informaron que su mujer se puso bastante nerviosa después de que el se marchará, y al llevar a los niños al colegio, tuvieron un accidente, del cual no salieron vivos.
Lo tenía todo, pero se dio cuenta muy tarde.

jueves, 31 de mayo de 2007

cuentos?

Cuenta la Historia que en la ciudad de Helizar, se vivía en paz y armonía, ni guerras ni hambre ni nada malo sucedía en esa tierra, cuentan también la historia que la familia de Lurx era la que dominaba todo por varios lustros, no recordaría lo siguiente si todo hubiera seguido bien, pero es que algo inusual pasó, algo que cambio el rumbo, no fue nada sobrenatural tan solo una niña, una niña nació, en una familia más bien pobre, bueno pobre no es la palabra ya que en la ciudad de Heliazar no existia el hambre, pero si que era una familia desconocida por todos, no tengo muy claro el nombre de la familia, pero si sé el nombre de aquella niña, Fliö.

Señor Señor gritó un soldado nos informan que puede estar cerca del puente del oeste
segundos después otro soldado grito aún más fuerte. - No no un aldeano me acaba de decir que está al Este de la ciudad junto a los cultivos.
El general se echó las manos a la cabeza, no puede ser, otra vez está jugando con nosotros, ¿pero como lo hacé? ¿será una bruja?¿ o quizás tendrá alas?, no se, tenemos que montar otra estrategia, vamos a comunicar otra vez al gobernador Lurx, que se nos escapó de nuevo.

-Jajajaj- rio Fliö, que ilusos son estos soldados, con unos cuantos espejos bien colocados por la ciudad, les despisto.
Ella había robado más de 50 sacos de harina que en esos momentos se llevaba en un carro.

Pues valla juego me compra para la play, 50 euros, y aun están explicándome la historia, le doy a la x, y no salta a la primera pantalla, Va! que tengo ganas de jugar.
Eh! k pasa, vaya tela se a colgado, eso me pasa por piratear la play,

Nada pues a jugar al guitar hero que ese no se cuelga ni dándole golpes.

miércoles, 23 de mayo de 2007

4.45

Aquella luz desapareció en el instante en el que el anciano habló. Sus palabras se oyeron en toda la habitación, y todos aquellos títeres empezaron a querer moverse y lo consiguieron. Títeres de todos los tamaños y formas, a un son, una especie de baile que seguía la voz del anciano. Un ritmo extraño empezó a sonar por el roce de las articulaciones de aquellos muñecos. Pero de repente un de ellos que no era bien bien un títere más bien se parecía a una muñeco de trapo de esos donde con tu mano le haces mover la boca, pero en este caso no había mano que moviese es boca, sino que se movía solo, como si cantase, a un ritmo muy diferente al resto, hasta daba la impresión de que saltaba de un lado a otro de aquella habitación oscura, el anciano al ver esto, dejo de hablar, y todos los títeres dejaron de moverse, y cayeron como inmóviles, como trozos de tela, madera y cartón, todos menos uno, aquel uno que movía la boca como cantando, y saltaba de un lado a otro, ya no solo hacía eso, sino que cantaba, si cantaba, habéis escuchado bien, y no era cualquier canción, era un canción que daba color, incluso el anciano que antes parecía un triste cuerpo vivo, ahora era como una escultura elaborada con paciencia durante años. Era todo como mas bello, ya no parecía una habitación oscura, sino que la luz que se había apagado por el habla del anciano, iluminaba más allá del horizonte, ya no era una habitación aquello, sino que era como un mundo, lleno de títeres que ya no estaban inertes en el suelo, sino que disfrutaban de todo aquello que se podía observar y aún más. Aquel muñeco de trapo no era más que eso, un muñeco de trapo, que quizás no entendía mucho de nada, pero al escuchar una especie de música, no se conformó con seguirla.

La vereda de lo intratable

Estaba ante aquel precipicio, mirando hacía abajo pensando que esto era una locura, más de 17 metros, con tan solo un neopreno, y lo que parecía un charco de agua, por lo menos desde aquella altura, su latido se aceleraba, pensaba en que saltar era de tontos, es más podrían pasar miles de cosas, resbalarse antes de poder dar el salto y darse contra las rocas, o que no fuese lo suficientemente profundo, y se quedase tieso en ese momento, o no se miles de cosas, para colmo tenía miedo a las alturas, el solo acercarse al filo del precipicio era un esfuerzo terrible, mental y físico, una agonía, en verdad quería superar ese reto, pero estaba viendo que era imposible, dio un paso hacía atrás, su corazón recupero su ritmo, pero algo en su cerebro se cruzo, y dio un paso hacía delante y saltó. En solo unas milésimas de segundo estaba en el airé y ¡Plas!, en el agua sumergido, cuando salio del agua, su sonrisa fue como la de un niño ganando a un juego a su padre. salió orgulloso del río, con paso firme y mirando el salto que había echo, no se atrevería ha hacerlo otra vez, pero lo había conseguido, después de más de 30 minutos en el borde del precipicio.

sábado, 19 de mayo de 2007

El viaje de un niño

Luis es el niño del que todos hablan en la tierra donde la lluvia en vez de caer sube,
siempre soñó con viajar a una de las lunas que el podía ver,
pero un buen día, un árbol del cual crecían rocas le hablo del lugar de donde proceden los rayos de luz, y Luis cargó su mochila y se puso andar hacía ese lugar, su andar fue más rápido gracias al arco iris que le dejo sentarse en su lomo, y le llevo lo más cerca que pudo.
Luis llegando al lugar vio una puerta grande, de oro, con unas letras que decía el que ama podrá ver la verdadera puerta, cabizbajo Luis se que quedo sentado ante esa puerta, pensado que nunca había conocido el amor, intento recordar a sus padres, pero aun se puso más triste, porque de la tierra de donde venia, los niños aparecían sin más, Luis de repente vio volar a un gran pájaro con dientes de león, y sin pensarlo dos veces se agarro de su cola de lince, en un momento le dejo en una de las lunas que el soñaba con alcanzar, una tras otra piso y de un primer vistazo se enamoro, no de el paisaje ni de las lunas, ni de su viaje, ni de el arco iris que el ayudo, sino que vio su tierra, y vio a su amiga llorar por su marcha, y en ese momento de un salto la abrazo, y con otro la llevo hasta la puerta de oro, pero con otro mensaje que decía, para que quieres pasar si el tu amor aquí está. Así que Luis y su amiga decidieron ir atrás, e ir atrás no fue malo, porque el árbol por el cual crecían rocas, empezó a florecer con grandes fresas, que todos los niños de esas tierras pudieron disfrutar, y por esta causa, proclamaron a Luis y su amiga, los grandes reyes de esas tierras y así es como murieron pensando en su amor en esa puerta, en ese abrazo y en ese árbol que cada año daba fresas más grandes y buenas, ese árbol que nunca más necesito hablar de aquel lugar donde una puerta de oro llacía por siempre cerrada.

Entre dos aguas

8:15 de la mañana, el joven se mete en el tren, que llega con dos minutos de retraso, piensa que hoy es el peor día de su historia como individuo de este planeta, es de aquellos días que no se sabe porque pero te crees la peor bazofia del planeta. El tren está repleto de gentes con sus periódicos sus reproductores de mp3, y demás artilugios que hacen de esos desplazamiento, unos viajes agradables, este joven mira el interior de su bolsillo y se da cuenta que se ha olvidado el ipod, y para colmo no cogió el periódico gratuito que le ofrecieron en la entrada de la estación, así que no le queda otra, que seguir perdido en sus pensamientos u observar a las gentes de ese vagón. Sin vacilar mirar por la venta y se da cuenta que está diluviando, se dice a si mismo, ¿pero como puede ser? me voy a poner perdido. Llega a su destino, entre empujón y empujón encuentra la salida del vagón, sus pies se mueven por inercia, hace las escaleras mecánicas. Se para ante esa puerta donde se ve el diluvio, suspira, y sin pensarlo mucho más se dirige hacia ese desconcertante panorama, camina sin mirar atrás, con su rostro mojado, y sin querer pensar en sus pies ya calados, de repente se encuentra entre dos grandes charcos de una gran profundidades queda en medio de ellos sin saber por donde cruzar para no acabar totalmente empapado, aun se salvan sus rodillas, esos charcos no son normales hace un momento no estaban allí, el muchacho no sabe que hacer parece que la gente de su alrededor no se da cuenta de su situación. Intenta cruzar uno de ellos, pero al pisar no encuentra el fondo con su pie, ahora el chico si que no sabe que hacer, esto no puede estar pasando de verdad, piensa para si mismo. De repente sin esperarse eso, una gran anguila de cabeza de tiburón con sus dientes afilados surge de uno de los charcos, y el chico se queda paralizado ante esa situación, la gente de su alrededor sigue sin darse cuenta de lo que pasa, si es que de verdad está pasando, el tío no se mueve no sabe que hacer, está esperando que alguien grite, pero no sucede, así que en nada se ve engullido por ese enorme mostró, y nota como poco a poco pierde su vida.
La gente de su alrededor sigue sin darse cuenta, están pensado, en que mal día hace, en como de mojado va a llegar a la oficina, en esa canción que le a echo de un trayecto un buen momento, la gente sigue en lo suyo, mientras el chico muere engullido, por algo que sale de un charco profundo, que surge de la nada.

El más aburrido de los tres

Después de una gran tormenta de verano, es normal que venga el gran sofocón, eso es lo que pasó aquel gran día 6 de agosto del 1962, ese mismo día nacía la actriz de tigre y dragón Michelle Yeoh, y ese mismo día jamaica se independizaba de Reino Unido, pero lo más importante es que aquel día Helbert Falcio español de origen italiano, competía por primera vez en el equipo de fútbol del colegio municipal de Moraleja, los contrarios a batir eran los 5 veces ganadores del torneo, llamados los leones de Coria. Hacía mucho calor después de aquella tormenta, Helber se disponía a colocarse entre los palos para defender su portería y su equipo a defender como fuese un empate a cero, pero ese día todo fue diferente en el equipo contrario solo habían niñas, vestidas con su uniforme, eso descoloco a todo el mundo, se escuchaban susurros de los padres que asistían al encuentro - ¿esto es una broma?- hay que decir que esta situación provocaba algunas risas. El arbitro al ver aquella situación decidió suspender el partido por falta de seriedad, una de las niñas que vivió eso quedo traumatizada e incluso llego a traumatizar a su familia, su hermanita pequeña era quizás las que más noto el trauma, su nombre es María Antonia Trujillo, la actual ministra de vivienda, si la de la idea de los piso de 30 metros cuadrados. Helber Falcio perdió su oportunidad de jugar, ahora vivie en un piso de 30 metros cuadrados.

Moraleja: pórtate bien, que mira lo que puedes liar señor árbitro.

Sin Título

... encontró aquella daga afilada cerca de encimera, con el fuego consumido alrededor del cuerpo sin vida, no sabía bien que era lo que sus ojos veían ni porque había cogido esa daga, ni porque minutos después ese cuerpo se desintegraba en aquella habitación..

-Jon despierta- le dijo su madre, y el chico sudando casi llorando se despertó asustado,¿ lo había soñado?,¿ o era real? aquello que su mente aún seguía procesando.
Su madre abandonó la habitación y seguidamente después Jon se levantó de un salto enérgico, porque su mente ya hablaba con el mismo diciéndole lo estúpido que había sido su sueño, cogió la toalla para ir a la ducha, abrió el cajón de la mesita para mirar si tenía alguna llamada o mensaje en el móvil, y se quedó inmóvil en ese mismo momento, su cara se volvió pálida en ese instante comenzó a sudar de nuevo, cerró el cajón a los pocos segundos, y fue corriendo a ducharse, no podía creerse lo que había visto en cajón de su mesita, quizás aún estaba soñando, o quizás, no estaba despierto del todo, por eso tenía que ducharse y ver las cosas de otra manera, no era posible que en su cajón hubiese la daga de aquel sueño, tan solo era eso, un sueño, no podía ser.